“La mente contra la naturaleza” Paradoja de los trastornos sexuales.
Se considera disfunción sexual cuando una persona ya no puede disfrutar de las las relaciones sexuales placenteras con total normalidad. Esto puede derivar en una pérdida del deseo sexual, en problemas de pareja y alguna fobia. En el caso del vaginismo, solo se diagnostica si molesta y puede venir precedido de la no experimentación de orgasmos o una evitación de las relaciones sexuales debido a calambres de los músculos del suelo pélvico que rodean la vagina.
Esta disfunción puede ser confundida con la dispareunia pero en este último caso, la penetración puede llevarse a cabo con dolor.
Si eres mujer joven o mayor y tienes dolor durante el coito (penetración o la vagina tensa) puede que una de las causas sea el de un espasmo involuntario vaginal y mental como el vaginismo. En el centro Júlia Pascual intervenimos para ayudar de manera eficaz a cualquier mujer, jóven o mayor, para que los impedimentos psicológicos que le provoca este trastorno puedan corregirse y consiga llevar una vida sexual activa con total normalidad.
Síntoma principal: imposibilidad de penetración y dolor durante el coito
Con el vaginismo se produce dolor y, a veces, una sensación de calambres en los músculos del suelo pélvico durante la inserción o durante los intentos de inserción.
El dolor asociado con el vaginismo se describe como ardor, punzante o cortante. Por lo tanto, esta disfunción sexual se asocia a menudo con el miedo a la inserción vaginal y al coito doloroso. Esto no solo puede afectar la sexualidad, sino que incluso unos simples exámenes ginecológicos también pueden convertirse en una carga. No es raro entonces que el miedo lleve a evitar situaciones sexuales.
Además de fobias, también pueden surgir otros sentimientos desagradables como la frustración y el enfado que no se resuelven a pesar de las soluciones intentadas de querer tener relaciones sexuales.
La extensión y el desarrollo del vaginismo pueden diferir de una mujer a otra. Para algunas mujeres, las relaciones sexuales nunca han sido posibles o si han existido son solo con dolor. Para otras, los síntomas se desarrollaron con el tiempo. Sin embargo, estas diferencias no tienen porqué afectar el curso del tratamiento en nuestro centro de terapia breve estratégica.
Los otros efectos psicológicos del vaginismo también varían. Pueden surgir problemas de pareja y un deseo insatisfecho de tener hijos, cosas que pueden llevar a una frustración considerable. Además de todo esto, el miedo, la vergüenza y la culpa también son sentimientos incómodos que pueden estar asociados al vaginismo.
¿Cuáles pueden ser las causas de esta disfunción orgásmica?
Educación: Una educación en la que la sexualidad es tabú o inapropiada para ser entendida para los niños o aquella estrictamente religiosa puede contribuir a una actitud negativa hacia la sexualidad. El resultado suele ser un fuerte sentimiento de culpa y vergüenza, cuando se experimenta el deseo sexual cuando se es mayor.
Experiencias traumáticas: Las experiencias infantiles graves, como el abuso sexual, a menudo conducen a problemas con la sexualidad y la intimidad y la autoconfianza.
Presión para rendir y expectativas altas: El entorno social, las historias contadas por amigos o la pornografía, pueden transmitir una idea poco realista del sexo y la sexualidad. Esto puede generar presión para desempeñarse y ciertas expectativas que no podrán realizarse.
Miedo al embarazo y enfermedades de transmisión sexual: En la actualidad, las mujeres empiezan a enfrentarse a las relaciones sexuales a una edad temprana. La presión de los padres, los embarazos no deseados, así como la excesiva información de problemas sexuales en internet pueden desencadenar o intensificar fobias.
Sentimiento de asco a los genitales: Algunas mujeres sienten aversión o disgusto por sus propios genitales y fluidos corporales o los de su pareja.
Estas sensaciones pueden ser muy fuertes y no soportan situaciones íntimas.
Miedo al dolor: Las experiencias sexuales dolorosas, los exámenes ginecológicos o el dolor al insertar un tampón pueden haber provocado que las relaciones sexuales no se perciban como positivas. De esta manera, el dolor puede ser la causa del vaginismo, luego se convierte en un síntoma y esto crea una especie de círculo vicioso.
Tratamiento para el vaginismo
Las fobias que provocan los problemas pueden solucionarse a través de protocolos donde usaremos técnicas como la de la peor fantasía, el mapa de límites o las bellas estatuas, prescripciones que trabajamos en nuestro centro de terapia breve.
Si lo que provoca el problema conlleva a bloqueos o una pérdida de control, trabajaremos para recomendar estrategias que conviertan los actos voluntarios en naturales y espontáneos. En conclusión, nuestro objetivo es que no exista un esfuerzo en hacer alguna acción y encontrar la esencia de naturalidad del acto.