“La mente contra la naturaleza”
La disfunción eréctil no es infrecuente. Cuanto más mayor es un hombre, es más probable que se enfrente a problemas de erección. En los hombres mayores de 40 años, una décima parte se ve afectada, en los hombres mayores de 60 años es una tercera parte.
Aún así, es importante recordar que hombres más jóvenes a estas edades también pueden verse afectados.
Vivimos en una cultura que a menudo lo reducimos todo al rendimiento, incluso en la cama y existen muchos hombres que luchan con problemas de impotencia que sufren en silencio e intentan de alguna manera ignorar el problema. Acabando ya la contextualización del problema, cabe decir que esta disfunción sexual puede considerarse también cuando no se mantiene la erección en un tiempo suficiente.
Desde el centro de Júlia Pascual ayudamos a resolver la impotencia masculina tanto a jóvenes como mayores proveniente de problemas psicológicos y no de enfermedades hereditarias u otras causas que precisan de intervención médica. Es importante destacar que para considerarse una problemática sexual, esta dificultad debe estar presente en aproximadamente el 70% de los intentos y durante un período de 6 meses prolongados. De este modo, si no funciona de vez en cuando, no es, por definición, disfunción eréctil.
Factores psicológicos que influyen en la disfunción psicológica
Es el cerebro el que convierte los estímulos sexuales en señales nerviosas y las reenvía a los genitales. Las sustancias mensajeras liberadas aseguran que los músculos se relajen y la sangre fluya hacia el órgano sexual masculino. Todo este círculo y funcionamiento puede verse interrumpido por causas que no son por enfermedad ni por características de la edad.
Hay varias razones por las que los estímulos sexuales no conducen al resultado deseado. Las principales causas son:
- Miedos al fracaso o expectativas poco realistas.
- Inhibiciones sexuales
- Estrés.
- Depresiones por causas externas.
- Psicosis.
- Trastornos compulsivos.
- Experiencias sexuales traumáticas
- Orientación sexual equivocada.
- Preferencias sexuales que difieren de las de la pareja.
Si resulta que el problema de la erección se basa en causas psicológicas, es importante restaurar primero el equilibrio mental y, por ende, solucionar los problemas de erección.
Posible derivación a problemas de pareja y otras disfunciones
La disfunción eréctil puede afectar significativamente la autoestima de un hombre. Como resultado, muchos hombres se retraen y evitan situaciones en las que pueden tener relaciones sexuales. Los efectos de la disfunción eréctil son particularmente notables en las parejas. Muchos hombres desarrollan miedo al fracaso y creen que no están satisfaciendo las demandas de la pareja. Comienza un círculo vicioso: el hombre se presiona aún más a sí mismo, lo que dificulta aún más la erección. Este tipo de disfunción sexual masculina también pueden ir precedidos o ser consecuentes de la falta de deseo sexual, orgasmos prematuros o eyaculación precoz o falta de orgasmo (anorgasmia masculina).
Terapia para afrontar la disfunción psicológica
Nuestras prescripciones para solucionar este problema suelen ser de lógica paradójica para conseguir que el paciente sin darse cuenta deje de intentar controlar su erección. Por qué más se esfuerza a tener o mantener la erección y más la pierde. La erección es una acción psicofisiológica que sucede de forma involuntaria y cuando se intenta hacer de forma voluntaria siempre acaba fracasando.
La ayuda de la pareja puede resultar indispensable para estimular estas situaciones y ser un aliado directo para hacer sentir placer y llevar al paciente a volver a fluir. De esta manera, generamos una mejor comunicación en la relación de pareja y dividimos la importancia en la relación entre ambos, intentando cambiar las interacciones y corrigiendo las soluciones intentadas que no han resultado. Las parejas que superan esta disfunción sexual acaban disfrutando más de las relaciones sexuales porque aporta un aprendizaje para ambos en esa área.