“¿y si me puede pasar algo? ¿Y si me equivoco? ¿Y si he hecho el ridículo? ¿Y si me he dejado algo? ¿Y si no siento lo que debería de sentir? ¿Y si por mi culpa ha sucedido esto? …”
La duda obsesiva compulsiva es un trastorno obsesivo compulsivo mental que se inicia en forma de duda a través de una necesidad constante de comprobación. Dudar en si es bueno porque nos ayuda y nos permite plantear las acciones del presente y del futuro o nos ayuda a pensar en lo hemos hecho en el pasado. La duda es un motor esencial para desarrollar nuestra creatividad y nuestro conocimiento. Pero, contrariamente, también puede ser el motor de la obsesión.
En la actualidad tenemos tendencia a la hiper racionalización, es decir, buscar el por qué de las cosas que hacemos, o pensar más allá de lo pensable suelen ser las dudas patológicas que más vemos en nuestra consulta de psicología
Detección de los 4 tipos de duda compulsiva
En nuestra experiencia clínica detectamos 4 tipos de duda distintas:
- El inquisidor interno: Es la duda que te hace culpable de alguna acción que hayas hecho, generando un sentimiento de culpabilidad que no deja de perturbarte.
- La perversión de la razón: La duda que te hace plantearte tu identidad, tus sentimientos o tu forma de pensar o las cosas o hechos de la vida. Te vienen preguntas que a lo mejor tenías claras en el pasado y ahora te las planteas generando mucha inseguridad. Por ejemplo si te gustan personas de tu mismo sexo, si sientes lo que deberías de sentir por tu marido, temas existencialistas (sobre la muerte, sobre la vida, etc)
- Saboteador interno: Falta de confianza con uno mismo. Sintiéndote que no estarás a la altura en alguna acción y que te llevará a cometer errores.
- Perseguidor interno: Dudas que te pueden juzgar o criticar o atacar y/o presientes que algo va ir mal o va a ocurrir una desgracia.
Soluciones que puedes hacer tú mismo contra la enfermedad de la duda
Cuando vienen dudas de forma espontánea y no hay respuestas claras ni tangenciales, estas crecen aún más y caemos en un terreno parecido a las arenas movedizas. Este símil es para esclarecer que cuando uno intenta salir de un complicado lugar, lo que provoca realmente es el efecto contrario, y te adentras aún más en el problema. “más te respondes las preguntas y más preguntas aparecen y más respuestas buscas y más preguntas aparecen aumentando la inseguridad.”
A través de la terapia breve estratégica la solución que ofrecemos es intentar vencer el problema sin combatirlo. Siguiendo el hilo del símil anterior, lo que habría que hacer es quedarse quieto, de esta forma y volviendo de nuevo a las dudas obsesivas, bloqueando las respuestas cuando aparezcan las preguntas.
Bloquear la respuesta cuando aparecen estas preguntas traicioneras fuente de la obsesión parece algo fácil, pero no lo es. Se necesita realizar el proceso de terapia breve estratégica para ayudar a la persona a ser capaz de bloquear la respuesta a estas preguntas porque cuando ya lo consigue hacer la duda patológica pierde fuerza hasta su extinción. Este aprendizaje de dominar está obsesión mental lo haremos a través de ejercicios que la psicóloga prescribe a su paciente.