La restricción alimentaria es un trastorno compulsivo de conducta alimentaria que afecta tanto a hombres como a mujeres y se basa principalmente en la reducida ingestión de alimentos o por evitar de forma obsesiva el consumo de determinados tipos de alimentos. Aunque el porcentaje de personas que lo sufren en la infancia y adolescencia es mayor que en otras franjas de edad, puede aparecer en cualquier etapa de la vida, incluso en la ancianidad.
En un elevado porcentaje de los casos este trastorno tiene su origen durante la infancia. Y por ello las medidas de prevención se deben aplicar cuando antes, a una edad temprana.
Las causas por la que una persona sufre un problema de trastorno por evitación son diversas. Una de las más comunes o frecuentes es la distorsión de la propia imagen y miedo a engordar. Se da principalmente en niños y niñas, y en la etapa de la pubertad pero también en otras etapas de la vida adulta, como en el postparto, entre ellas.
Es muy frecuente encontrar problemas de restricción alimentaria por el rechazo a determinados alimentos en función de su color, textura o forma. No se trata de una simple elección por preferencia o gustos, si no que llega a ser una obsesión y un problema grave que afecta a la alimentación y estado nutricional de la persona que lo padece. Existen miedos exacerbados como el temor obsesivo a atragantarse también originan este problema.
Principales consecuencias del trastorno por evitación
Es un problema que afecta sobre todo a la salud por falta de los nutrientes que el organismo necesita. Las consecuencias pueden llegar a ser muy graves si se llega a un estado de desnutrición que afecta incluso a la propia vida.
En niños y niñas, afecta su normal desarrollo. Y en personas adultas, además, influye en problemas para relacionarse o socializar en determinados ambientes.
Trastornos gástricos, alergias alimentarias derivados de ellos y la aparición de otros trastornos de la alimentación es frecuente entre quienes sufren este problema.
También puede derivar en otros problemas de trastornos obsesivos compulsivos.
Sintomatología de la restricción alimentaria en un trastorno por evitación
En algunos casos la sintomatología es compatible con otros trastornos alimentarios. Por ello es muy frecuente que un especialista evalúe si la causa es la restricción alimentaria/trastorno por evitación u otra.
Especialmente si afecta a adultos que viven solos.
- Pérdida de peso visible y significativa o, en la infancia, no aumentar de tamaño y peso de forma adecuada a su edad.
- Debilidad.
- Problemas de salud relacionados con la falta de nutrientes.
Más fácil es detectar los síntomas relacionados con el comportamiento frente a la comida en la infancia y adolescencia o en adultos que conviven con otros adultos.
- Rechazar alimentos nuevos u otros conocidos por su tamaño, color o textura.
- Adoptar una dieta excesivamente restrictiva, incluso si los motivos iniciales son lógicos.
- Saltarse comidas y encontrar excusas para no comer.
- Obsesionarse con seguir una dieta saludable y eliminar demasiados alimentos o tipos de alimentos de la misma forma obsesiva.
- Ir al baño durante las comidas.
- Comer muy poco.
- Reducir la dieta a menos de una docena de alimentos.
Prevención en la infancia y adolescencia
¿Es posible prevenir la restricción alimentaria/trastorno por evitación? Lo ideal es comenzar en la infancia y mantener la alerta y continuar con la prevención a lo largo de la adolescencia.
- Evitar que un progenitor haga dieta junto a su hijo o hija menor, sea niño o adolescente. No siempre se está preparado para entenderlo y se puede llegar a obsesionar o asumir eso como una normalidad, no siéndolo.
- Llevar unos hábitos de alimentación familiar saludables, con una dieta variada, apetecible y nutricionalmente sana y equilibrada.
- Aprovechar la etapa infantil de aceptación de novedades y descubrimiento para que pruebe alimentos diversos.
- Trabajar la autoestima y el reconocimiento del yo desde la infancia.
- Comprar alimentos y cocinar en familia como un hábito más de vida.
- Evitar comentarios negativos sobre la alimentación en presencia de los niños o adolescentes, obsesionarse con eliminar de la dieta un tipo de alimentos totalmente y regañar a los niños por consumirlos en casa de familiares o en el comedor escolar.
- No discutir en la mesa o durante las comidas de forma habitual.
- Reforzar la imagen corporal saludable de niños y adolescentes.
- Consultar con el médico para un seguimiento habitual del desarrollo infantil y la detección precoz de problemas de malnutrición o desnutrición.
Tratamiento de la restricción alimentaria con terapia breve estratégica
El abordaje de un problema de restricción alimentaria o trastorno por evitación requiere un tratamiento específico. Este suele incluir el tratamiento de la conducta y la creación de nuevas percepciones en base a observar las antiguas soluciones intentadas que no han fructificado y recomendar prescripciones novedosas y que consigan cambiar dichas percepciones.
Es esencial poner el foco en las soluciones y buscar la participación, colaboración e implicación del paciente para lograr buenos resultados de forma rápida. El tratamiento con terapia breve estratégica de este problema se sirve de los propios recursos y herramientas del paciente para lograr esos buenos resultados en poco tiempo.
El apoyo de la familia es esencial, especialmente si se convive, ya que su dieta o hábitos alimentarios puede influir en el avance más rápido o lento del tratamiento.