“Ayudamos a los padres a ayudar a los hijos.”
En este artículo os queremos explicar los 3 errores más comunes en la gestión de las emociones que realizan los padres cuando quieren intervenir para ayudar pedagógicamente a su hijo. Pensad que realizarlos nos pueden generar psicopatologías como: ansiedad, obsesiones, depresión, etc.
¿Qué es la gestión de las emociones?
Es la capacidad de reconocer, procesar y gestionar las propias emociones de manera que podamos manejarlas adecuadamente. Este concepto, ha cobrado importancia en las últimas décadas, con aportaciones desde el campo de la psicología, la neurología y las ciencias sociales.
¿Por qué es importante gestionar las emociones?
No gestionar las emociones adecuadamente puede provocar diferentes síntomas que se manifiestan tanto a nivel personal como relacional, bloqueos de todo tipo, bajo rendimiento, baja autoestima, ansiedad elevada, autopercepción inadecuada, pensamientos negativos recurrentes y dificultades relacionales.
En los niños y adolescentes se observan todo tipo de síntomas a nivel conductual, emocional y relacional, tanto en el hogar como en la escuela, agresividad y conflictos, evitaciones de situaciones temidas, conductas de tipo obsesivo, falta de concentración, tristeza, fracaso escolar, baja motivación o conductas adictivas.
¿Por dónde empiezo?
Cuidarse como padres y gestionar las propias emociones.
Desde el Modelo Estratégico trabajamos para ayudar a los padres a ayudar a sus hijos. Es importante ayudar de la manera adecuada. Y para ello los padres deberéis empezar por vosotros mismos, atendiendo a vuestro propio estado emocional como personas y como padres.
En primer lugar, es importante gestionar las propias emociones, a menudo el miedo a no ser buenos padres, a equivocarnos, el deseo de protección, el exceso de perfeccionismo y autoexigencia, las preocupaciones por el futuro de los hijos, unidos a la cantidad de información de carácter general sobre como ser buenos padres, o informaciones alarmantes que nos llegan desde nuestro entorno, son factores de presión que generan dudas, inseguridades, bloqueos o necesidad de actuar de manera rápida.
Muchos padres aplican muchas estrategias diferentes guiados por el deseo de solucionar el problema, y si no funcionan insisten pensando que no lo han hecho suficientemente bien, aumentado la frustración cuando el problema no solo persiste, sino que empeora.
A modo práctico acompañamos a los padres en consulta a observar y regular sus propias emociones, para poder abordar con calma el análisis de la situación, la identificación de la emoción o emociones bloqueadas o que causan malestar en sus hijos y entorno familiar, y aplicar de manera estratégica y individualizada a su contexto y características las soluciones que desbloquearan el problema.
Así pues, como terapeutas especializados en Terapia Breve Estratégica el primer paso es ayudar a los padres a gestionar el propio malestar, ansiedad o preocupación y acompañaros en el proceso de gestión de las emociones de vuestros hijos.
Estrategia inicial: conocer las emociones de base.
¿Cuáles son las emociones de base?
Os ayudamos a conocer las cuatro emociones de base. Poder identificarlas nos permitirá elaborar la estrategia más adecuada para gestionarlas.
A modo de introducción, estas son el miedo, la rabia, el dolor y el placer. Cualquier bloqueo en su expresión provoca síntomas que generan malestar. Si este malestar se alarga en el tiempo y no se aplican las soluciones adecuadas, el malestar se cronifica, convirtiéndose las soluciones no funcionales en el problema que mantiene el malestar emocional, pudiendo llegar a convertirse en un trastorno cronificado.
¿Cómo funcionan las emociones?
Es importante conocer las características más importantes de estas emociones y su función tanto en el desarrollo infantil y juvenil como en la edad adulta. Las emociones tienen una función adaptativa, son automáticas espontáneas y no racionales.
Las emociones residen en el paleoencéfalo, la parte más antigua de nuestro cerebro, la que compartimos con los mamíferos y que nos permiten sobrevivir en situaciones de emergencia. Por ejemplo, la rabia responde a estímulos irritantes, el miedo a situaciones percibidas como amenazantes o peligrosas para el sujeto y su entorno, el dolor a sensaciones que hacen sufrir y el placer a situaciones agradables.
Es justamente por este motivo que son automáticas y espontaneas, siendo mecanismos necesarios para la supervivencia, que deben funcionar de manera autónoma sin pasar por la voluntad consciente que reside en el neocórtex, la parte más moderna de nuestro cerebro, y que responde de manera más lenta a los estímulos emocionales y las experiencias concretas.
Son las emociones las que producen efectos importantes en el componente racional y consciente, en ocasiones de manera rápida, como en el caso del miedo, otras veces de manera más lenta y persistente en el tiempo, como en el caso del dolor. Tal y como explica el Profesor Nardone, esto significa que el pensamiento y la consciencia influyen poco en la regulación de las emociones, siendo las emociones las que ejercen gran influencia en el componente racional.
El hecho que sean espontaneas y automáticas nos ayuda a entender que las estrategias basadas en la cognición y la racionalización son de poca ayuda ya que estas no se pueden controlar desde el pensamiento. Así pues, las emociones son accesibles a través de experiencias concretas, reales y formas de evocación sugestiva a través de la comunicación y el lenguaje emotivo juntamente con estrategias que se adapten a cada emoción de manera específica.
Por lo tanto, si aplicamos las estrategias incorrectas a estas emociones, podemos provocar bloqueos y aumentar el malestar, pudiendo llegar este llegar a cronificarse.
Los terapeutas estratégicos trabajamos con protocolos específicos basados en técnicas y formas de comunicación adaptados a cada emoción y el contexto específico en el que se produce, y sobre todo os ayudamos como padres a ayudar a vuestros hijos, a conocer e identificar las emociones de base y aplicar las técnicas específicas y adaptadas a vuestro sistema familiar, que vosotros mismos usareis para gestionarlas.
Los 3 errores comunes en la gestión emocional
Vamos a explicaros a continuación los tres errores más comunes en la gestión de las emociones desde el modelo estratégico:
La ilusión del control
La necesidad de controlar y sentirnos seguros nos induce a la ilusión de que podemos controlar todos los aspectos de la realidad, y entre otras cosas, a sobrevalorar el poder efectivo de la razón y el conocimiento. De esta ilusión surge la creencia de que las emociones son controlables desde la racionalidad, sin embargo, el control cognitivo no es suficiente, sabemos que las emociones son espontaneas y no racionales, no surgen a través del control consciente. De este error derivan variedad de conductas que con las mejores intenciones no solo no solucionan un bloqueo emocional, sino que pueden empeorarlo.Racionalizarlo todo
Surge de los psicomitos del razonamiento perfecto y el conocimiento definitivo sobre todos los aspectos de la vida, incluidas las emociones. Los psicólogos estratégicos nos centramos en observar cómo está funcionando la emoción desbordada o bloqueada y en aplicar estrategias individualizadas, el porqué de una conducta nos puede dar información adicional, pero no nos conduce a la solución. Son las soluciones intentadas ante una emoción desbordada las que nos permiten aplicar estrategias de desbloqueo.La ayuda que daña
Ayudar a nuestros hijos es nuestra responsabilidad como padres, pero cuando esta ayuda se torna desmesurada en nuestro intento de evitar que sufran o evitarnos el sufrimiento de verlos en dificultades, bloqueamos con las mejores intenciones su aprendizaje vital en la resolución de los problemas de la vida. Es lo que llamamos modelo de familia sobreprotectora, muy común en nuestros días, que puede conducir a inseguridades, pensamientos negativos, problemas de ansiedad, o rabia y frustración ante la sensación de incapacidad percibida.
Rosa Soria: psicóloga, psicoterapeuta y coach del Centro de Terapia Breve Estratégica de Barcelona, Júlia Pascual. Master en Terapia Breve Estratégica, con el Profesor Giorgio Nardone en el centro de Terapia Estratégica de Arezzo.
Bibliografía
- “Emociones”. Giorgio Nardone. Herder Editorial, S.L., Barcelona (2020)
- “Psicotrampas”. Giorgio Nardone. Paidós, Espasa Libros, S.L.U (Edición en castellano 2014)